jueves, 12 de enero de 2012

Recién llegada

Cuando llegas a Shanghai, una de las ciudades más grandes del mundo, destinada como becaria de la Oficina Comercial española, en el siglo dorado de Asia y de China por excelencia, sabiendo que ésta es la ciudad más moderna y "occidentalizada" del País del Sol naciente, no te puedes imaginar la que te viene encima...

Hace casi una semana que aterricé en la también conocida como la Perla de Oriente, y la verdad es que este sitio no ha dejado de sorprenderme a cada paso. Los olores, las costumbres, la gente, y sobre todo los contrastes son cosas que te dejan boquiabierto en todo momento.

Esto es China, y como China que es, a pesar de querer asimilarse un poco más occidente que el resto del país... Sigue siendo China!!! Y de ahí que se entremezclen los inmensos y nuevísimos rascacielos con las típicas casas chinas bajitas de taitantos años, los importantes bancos alado de antiguos y más bien poco cuidados negocios chinos o los modernos restaurantes occidentales con los puestecillos de un sin fin de variopintos tentempies chinos que no nos atrevemos a degustar a menudo los poco osados occidentales...

En Shanghai sólo se sobrevive sin saber chino si llevas una vida de expatriado completamente ajena a lo que pasa a tu alrededor (lo cuál es bastante complicado por no decir imposible) o si tienes la gran suerte de juntarte con gente que se defiende con el idioma y te saca de más de un apuro en todo momento. Si no, aquí por mucho inglés que sepas, eres carne de cañón, y hay que decir que el idioma internacional de los gestos es agotador, y hacerse entender en China acaba con la paciencia de cualquiera... Parece increible que en una de las ciudades más importantes del Mundo en la época que estamos viviendo sea imposible comunicarte en inglés pero es así. En las zonas comerciales y más turísticas de la ciudad es útil el inglés, en el resto, que es la gran mayoría, no hay nada que hacer sin chino. Todo esto por no hablar del curioso alfabeto chino y sus miles de caracteres complicadísimos de aprender... Eso sí, por suerte aquí los nombres de las calles y los carteles en el metro tienen ambos idiomas (inglés y chino) lo cuál nos facilita las cosas a los no chinos.

En cuanto a la comida.... Hay verdaderos manjares en la gastonomía china que he empezado a descubrir y aunque cierto es que por ahora ni yo ni mis compañeros nos hemos atrevido a meternos de lleno en los verdaderos restaurantes chinos, de esos que tienen esencia... Los que hemos probado, la mayoría heredados de nuestros predecesores, han resultado ser muy buenos descubrimientos!!! Otra historia es el maravilloso pero complicado arte de comer con palillos.... Aunque a esto se aprende más o menos rápido, sobre todo porque en muchas ocasiones compartimos diferentes platos entre varias personas en una de esas mesas redondas con una bandeja giratoria en el centro, y o comes como buenamente puedas, o te quedas sin comer, así que a la fuerza ahorcan!!! :)

El tema de la conducción en China en general y en concreto en Shanghai... como todo aquí, es otro Mundo!!! Ningún conductor bien sea al volante de cualquier medio de transporte por carretera, o al manillar de bici o moto respeta ni una sola de las normas y las señales de tráfico, y lo mejor de todo, es que no multan a nadie!!! Adelantar por la derecha es lo más habitual, avisar de todo con pitidos también, y para mí lo más sorprendente, a pesar de que estén pintados los pasos de cebra o que los semáforos estén en verde para los peatones, la mejor recomendación es ser muy precavido y tener buena vista, porque en la práctica, los coches tienen prioridad, por ir en contra de todo lo esperado... Y lo más gracioso es que te pitan continuamente y como no te apartes corres el peligro de ser atropellado... Por supuesto todo el mundo conducen fatal y los accidentes en los taxis son probables, aunque con la cantidad de vehículos que hay aquí y sus costumbres al volante lo que no entiendo es cómo no pasan más cosas... De hecho dicen que ésta es una ciudad muy segura y no son habituales casos de delincuencia (algo tendrá que ver el régimen...), sin embargo una de las cosas más peligrosas son los accidentes de tráfico... Ahora entiendo por qué!! Para que os hagais una idea, he llegado a oir de gente a la que le han pitado porque alguien conducía una moto dentro de un centro comercial... estas cosas surrealistas pasan en Shanghai!!

Ahora me encuentro centrada en la ardua tarea de buscar algún sitio donde vivir todo el año... Y aquí es cuando se cae otro mito... Parecía que iba a ser facilísimo encontrar piso, que había mucha oferta... Pues a mí y al resto de mis compañeros en su momento, nos está resultando bastante complicado... Y ver de todo en los apartamentos en alquiler es como un atractivo que los agentes que nos los enseñan parece que no quieren que nos perdamos.... En general los compounds (urbanizaciones residenciales de rascacielos) en los que no viven una mayoría de expatriados, dejan bastante que desear... En las zonas comunes de los compounds chinos en general la higiene brilla por su ausencia, y es muy habitual que dentro de los pisos se vean neveras en el salón, o incluso el baño, por supuesto sospechosas manchas de humedad en las paredes, o distribuciones imposibles... Toda una experiencia lo de buscar piso. Aunque parece ser que después de pasarte unos días desesperado recorriendo todos los compounds de zona, acabas encontrando! Pero hay que decir que encontrar algo bueno, bonito, barato (es ya cada vez menos por el desastre de tipo de cambio que tenemos...) y en la zona que quieres no es ni con  mucho tarea fácil!!

Por otra parte está el tema del nombre chino, que parece que tiene su gracia, pero aquí en China es totalmente necesario que un occidental que vaya a relacionarse laboralmente hablando con gente local tengo su nombre chino para ponérselo un poco más fácil a ellos... Y ese es otro tema con el que estoy ahora, tema que espero que me acabe solucionando la profe de chino en cuanto empiece las clases.

Por ahora os dejo una foto de la torre donde está nuestra oficina que saqué. El piso 25 de la Westgate Tower en Nanjing Xi Lu, un sitio privilegiado en la calle más comercial del centro de Shanghai. Además hizo un día buenísimo en el que se veía el cielo azul (cosa poco habitual en una ciudad tan contaminada como esta en la el tono habitual de todos los días es el gris)!!